Enfermedades como la leucemia, linfomas, genéticas y de inmunodeficiencia han sido tratadas exitosamente gracias a las células madre, existentes en la sangre del cordón umbilical (SCU); en un futuro muy próximo se usarán para la regeneración de tejido cardiaco, Alzheimer, esclerosis múltiple, regeneración de tejido pancreático y para tratamiento de Diabetes Tipo I, entre otras.
Lo anterior fue dado a conocer por la Dra. Diana Pier, Directora Médica del Banco de Cordón Umbilical (BCU), quien en una entrevista detalló que hace algunos meses se inició la campaña “Guardemos una esperanza de vida”, que consiste en informar a los padres que esperan a su hijo acerca del tema y de la conveniencia de guardar las células madre.
Una célula madre, es una célula maestra, creadora de vida a partir de la cual se puede formar cualquier tipo de célula, tienen la capacidad de reproducirse fácilmente y de dar origen a células como ellas y también a otras, que son capaces de diferenciarse, para formar otro tipo de órganos y tejidos, distintos al de la sangre. Y sabemos que la sangre que queda en la placenta y el cordón umbilical luego del nacimiento es muy rica en células madre.
Hay varias fuentes de donde pueden obtenerse células madres, la médula ósea, la SCU y la embriónica; en la primera se obtiene generalmente de los grandes huesos de la pelvis, los huesos ilíacos, y antes de hacer la recolección se debe comprobar que el donante es suficientemente compatible, luego el donante debe comprometerse a aceptar que le realicen la extracción, que requiere anestesia y un ambiente quirúrgico.
La SCU ha sido un material, hasta hace poco, de desecho. Su obtención es un proceso no invasivo que no daña a la madre ni al recién nacido, ni les produce ninguna molestia. Al ser células menos reactivas inmunológicamente tienen mayor probabilidad de servirles a más personas porque no tienden a generar respuestas graves y hasta toleran mayor disparidad en la compatibilidad que las de medula ósea. Las embriónicas, son aquellas en las que son utilizados embriones que han sido generados por fertilización in vitro, en el contexto de tratamientos por esterilidad, y no serán utilizados en el futuro.
La única oportunidad de extraer la SCU es en el momento del nacimiento, “nace el bebé y lo que hacemos es pedirle al médico y capacitarlo para que tome la SCU que viene de la placenta hacía el cordón umbilical, es una técnica muy sencilla, no es invasiva para la mamá ni el bebé y al recolectar esta sangre, estamos recolectando las células madre que después procesamos y congelamos”.
El único requerimiento es que la sangre debe de ser procesada en las primeras 48 horas después del parto, así “estamos guardando una esperanza de vida, material genético importante que puede utilizarse más adelante para hacer un trasplante y puede salvar una vida”.
Refirió que en este proceso hay mucha cantidad de células de todo tipo, por ello en el BCU es procesada y de ella se obtienen únicamente las células madre, que tienen la capacidad de convertirse en otras células.
La directora médica del BCU, comentó que el éxito que está obteniendo en la actualidad la SCU se debe a que antes no se sabía que existía y para qué servía. El primer trasplante se realizó en 1988 y el segundo hasta 1991, al tener excelentes resultados, dijo, se abrió la posibilidad de utilizar la SCU y de que se crearan bancos de SCU.
Ahora se está utilizando porque se sabe que sirven, se sabe que es una metodología adecuada para el tratamiento de enfermedades y porque hay bancos disponibles.
Las células de la SCU son pluripotenciales, es decir, porque pueden transformarse en células diferenciadas de distintos tejidos, las embriónicas son totipotenciales, esto es, que de ellas se puede producir cualquier tipo de células”.
Por ello, a través de la campaña “Guardemos una esperanza de vida”, se informa a los futuros padres “para que sepan que existe esta opción, que existe en México, que es algo innovador, que salva de muchas enfermedades”.
Hay más investigación sobre el uso de estas células, que en fase experimental está para el tratamiento de otras enfermedades como la regeneración de tejido cardiaco utilizando las células madre después de un infarto, Alzheimer, esclerosis múltiple y regeneración de tejido de páncreas para tratamiento de diabetes.
Fuente: Correo de Guanajuato (México)